Hallazgo de niños desaparecidos en Playa Sonrisa pone fin a la búsqueda

Una llamada telefónica anhelada puso fin a días interminables de incertidumbre y zozobra para las familias de Kleiderson David Velázquez López (12) y Kenderson Diosnel López Colmenares (10). Los niños desaparecidos desde el pasado 26 de abril en Barquisimeto, fueron localizados sanos y salvos en el balneario «Playa Sonrisa» de Puerto Cabello, estado Carabobo, este domingo 5 de mayo.

Desaparición inexplicable: tres adolescentes abandonan sus hogares

El 26 de abril marcó el inicio de una pesadilla para los padres de tres jóvenes de 15, 12 y 10 años que viven en Barquisimeto. Sin previo aviso, ni consentimiento de sus representantes, los adolescentes salieron de sus viviendas, desatando una intensa búsqueda a nivel nacional por parte de diversos cuerpos de seguridad.

Las primeras pistas apuntaban a que los menores se habían fugado juntos, posiblemente con la intención de emprender un viaje hacia destinos desconocidos. Pero, las autoridades carecían de información concreta sobre su paradero.

Denuncia y movilización de Fuerzas de Seguridad

Ante la desaparición alarmante, los padres acudieron a las redes sociales para denunciar el caso y solicitar ayuda en la localización de sus hijos. Este llamado urgente desencadenó la activación inmediata de comisiones especiales en los organismos de seguridad a nivel nacional, con el objetivo de dar con el paradero de los tres menores.

Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), así como de otros cuerpos policiales, se sumaron a la ardua labor de rastrear pistas y realizar exhaustivas investigaciones de campo en diferentes regiones del país.

Falsa esperanza y angustia creciente

En los días subsiguientes, los familiares recibieron información confusa y contradictoria sobre posibles avistamientos de los niños. Inicialmente, se les notificó que podrían estar en Barinas, pero al acudir a esa entidad, la pista resultó ser infructuosa.

Posteriormente, surgieron rumores de que los adolescentes habían sido vistos en compañía de un hombre rumbo a San Antonio, cerca de la frontera con Colombia. Desesperadas, las madres Diveana López y Daimar Rivero emprendieron un viaje hasta el vecino país en busca de más información.

En Colombia, recibieron reportes contradictorios sobre un supuesto avistamiento de uno de los menores con un sujeto desconocido. Ante la incertidumbre, las angustiadas madres grabaron videos suplicando el regreso de sus hijos a casa, prometiendo no castigarlos y expresando su profunda preocupación por su bienestar.

Llamada esperanzadora y localización en Playa Sonrisa

Tras varios días de agonía, la mañana del 5 de mayo trajo consigo una llamada que disipó las tinieblas de la desesperación. Kleiderson y Kenderson, aparentemente tras pedir un teléfono prestado, contactaron a su madre Diveana López con un mensaje reconfortante: «Maa, estamos en Playa Sonrisa, estamos bien… Kender está aquí conmigo».

Playa Sonrisa, un popular balneario en Puerto Cabello, se convirtió en el escenario donde finalmente fueron localizados los menores. Una fotografía compartida vía WhatsApp los mostraba jugando con la arena a orillas del mar, aparentemente ajenos al tormento que habían causado a sus seres queridos.

Niños desaparecidos en Barquisimeto 01. Crédito: Noticias Barquisimeto

Intervención del CICPC y resguardo de los Menores

El Comisario General Wilfredo Mendoza, Jefe de la Subdelegación Municipal Puerto Cabello, confirmó que funcionarios del CICPC, tras arduas labores de investigación en la zona, lograron ubicar a Kleiderson y Kenderson en el balneario, sin la compañía de sus representantes.

Los menores fueron puestos bajo resguardo de las autoridades competentes, quienes ahora se enfocan en determinar las circunstancias que los llevaron a emprender esta aventura y en localizar al tercer adolescente, Jorge Daniel Peña Rivero de 15 años, cuyo paradero aún se desconoce.

Reencuentro inminente y esperanza renovada

Mientras los organismos de seguridad continúan la búsqueda del tercer menor desaparecido, Diveana López ya se encuentra en camino hacia Puerto Cabello para el tan anhelado reencuentro con sus hijos. La angustia y la incertidumbre han dado paso a la esperanza y el alivio, aunque aún queda un camino por recorrer hasta que las tres familias puedan reunirse nuevamente.

Este caso ha conmovido a la comunidad y ha puesto de manifiesto la importancia de la colaboración ciudadana y la coordinación eficiente entre las fuerzas de seguridad en situaciones de crisis. La localización de Kleiderson y Kenderson representa un rayo de luz en medio de la oscuridad, y su regreso a casa será, sin duda, un momento de celebración y gratitud.

A continuación un video de instagram del medio Noticias Barquisimeto sobre este acontecimiento:

 

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Lecciones aprendidas: prevención y concientización

Esta experiencia traumática ha dejado enseñanzas valiosas para las familias involucradas y la sociedad en general. La importancia de la comunicación abierta y la supervisión constante de los menores es fundamental para prevenir situaciones similares en el futuro.

Además, este caso resalta la necesidad de fomentar la concientización sobre los peligros y riesgos asociados con las desapariciones infantiles, así como la importancia de denunciar de inmediato cualquier caso sospechoso ante las autoridades competentes.

La historia de los niños desaparecidos en Barquisimeto es una narrativa de esperanza, determinación y perseverancia. A pesar de los obstáculos y la angustia abrumadora, la incansable búsqueda de las autoridades y la resiliencia de las familias han dado sus frutos.

Si bien aún queda un camino por recorrer para reunir a los tres adolescentes con sus seres queridos, la localización de Kleiderson y Kenderson representa un paso crucial hacia la resolución de este caso. Su regreso a casa será un recordatorio de la importancia de la unidad familiar y de la necesidad de mantener una comunicación abierta y una supervisión adecuada de los menores.

Este episodio ha puesto a prueba la fortaleza de las familias involucradas y ha demostrado la capacidad de las fuerzas de seguridad para coordinar esfuerzos y llevar a cabo investigaciones exhaustivas. A medida que se desentrañen los detalles de esta odisea, será fundamental aprender de esta experiencia y tomar medidas para prevenir situaciones similares en el futuro.

Redacción Zigmaz