El maquillaje es un arte que hay que aprender y, poco a poco, con paciencia y práctica, podemos hacer de él una verdadera arma de seducción. Ante todo mejoramos nuestro aspecto físico. El mejor es aquél que no se nota pero puede ser un arma de doble filo; si la utilizamos correctamente podremos potenciar nuestros puntos fuertes, pero si lo hacemos mal lograremos enmascarar nuestra belleza y convertirla en algo artificial.
¿Cómo maquillarse, paso a paso?
Nuestro cutis debe estar perfectamente limpio para evitar la aparición de imperfecciones creadas por la falta de higiene en nuestra piel. El primer paso debe ser lavar bien nuestra cara con un jabón neutro. Aplica una capa de crema hidratante específica para cada tipo de piel dependiendo de nuestras necesidades. La crema hay que dejarla secar para que se absorba bien a la piel.
A continuación aplicaremos con pequeños toques el corrector en las zonas dónde necesitemos “corregir” o disimular. Dependiendo del tipo y color de la piel de la zona que debamos maquillar, debes utilizar un corrector con pigmentación amarilla, verde, azul, naranja, morado, rosa, blanco o del mismo color de nuestra piel.
Una buena base de maquillaje y, con esto me refiero a que es muy importante hacernos con una de buena calidad. Una base debe de ser libre de aceites y que tenga factor de protección solar. Las bases de maquillajes deben adaptarse a las exigencias de cada una: las hay muy cubrientes, ligeras, mates, satinadas, de larga duración, etc. Lo ideal es hacerse con una de cobertura ligera a media, fluida y de larga duración.
La base siempre debe aplicarse con brocha, ya que se extiende mejor y la cantidad de producto utilizada siempre es menor que utilizando las manos o esponjas. Nunca debemos terminar de aplicar nuestra base en el borde de la mandíbula, la base termina por el cuello y nunca con un corte brusco.
Aplica polvos correctores matificantes para tapar brillos y un colorete, bien puede ser en crema o en polvo para potenciar nuestros pómulos, se aplicará dependiendo de la forma de la cara de cada una.
Despierta tu mirada rizando ligeramente las pestañas con un rizador, sin abusar y sin hacer demasiada presión ya que el pelo de las pestañas si se daña no se regenera. Aplica una capa de máscara de pestañas, evitando crear grumos y una vez seca dale una segunda capa sólo en las puntas.
Peina las cejas con un peine específico y, rellena pequeños huecos con un lápiz o sombra pensada para ellas; fíjalas para evitar que se despeinen con fórmulas parecidas a las máscaras de pestañas pero transparentes y deja secar.
Exfolia e hidrata los labios. En el caso de que queramos darles color aplicar siempre con pincel. El truco de morder un papel no es necesario.
«Redacción ZigmaZ»