La asociación Americana de Diabetes, entre otras organizaciones, recomienda un menú que contenga alrededor de un 55% de hidratos de carbono, 30% de grasa un 15% de proteínas.
Los hidratos de carbono deben ser principalmente no refinados y tienen que incluir una proporción considerable de fibras. En caso de los diabéticos con un buen control metabólico, también es permitidas pequeñas cantidades de azúcar común y de azúcar refinada.
El ejercicio físico tiene un valor importante en el tratamiento de la diabetes. Es necesario que el régimen alimenticio sea personalmente, teniendo en cuenta el desarrollo de la enfermedad y la circunstancia psicológica por la cual está pasando el individuo.
Aprender a seleccionar los alimentos ayuda a una buena alimentación
- No dejarse llevar por aquellos productos que digan light, es recomendable que se ubique en la parte de la etiqueta y lea la cantidad de nutrientes que proporciona el producto.
- Buscar el apoyo de nutricionistas para interpretar correctamente la información.
- No olvidar que la cantidad de hidratos de carbono sugerida para una colación no debe superar los 10 a 15g. En el caso del desayuno, una merienda o un postre, no debe ser mayor de los 25 o 30g.
En definitiva, la recomendación nutricional básica para una persona diabética es prácticamente idéntica a la de otras que no es, lo importante es lograr un balance adecuado entre la ingesta de alimentos y el gasto de energías.