¿Es conveniente escuchar música para despecharse?

Diego Torres
By Diego Torres 10 Min Read

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Tras la salida del nuevo disco de Adele se le ha prestado mucha atención en los medios, y  una de las atenciones que más curiosas me parecen es la nota del Chigüire Bipolar “Chama termina con su novio solo para poder disfrutar del nuevo disco de Adele”. La gracia y el descontento me invaden al leer esa sátira, porqué veo el sentido y al mismo tiempo no lo veo. Admito el placer de la droga, pero rechazo la adicción y el daño.

Pongamos un ejemplo hipotético. Has sufrido un despecho amoroso. Tu relación (o ilusión) te ha llevado a un estado de poderosa tristeza. ¡Qué dolor, qué dolor, qué pena! La mejor forma de “disfrutar” el despecho es escuchar una canción muy triste y cuya letra te trae todos los recuerdos dañinos a tu mente, y luego ir con otra, y luego con otra, y seguir llorando.  Es un hábito adictivo, muy común hoy en día. Yo lo he hecho en el pasado, y probablemente más de uno de los lectores de este artículo dirá: “Emm, bueno…yo he hecho eso”.

Ahora imagina otra situación. Has sufrido una ruptura no amorosa, sino física, tu brazo se ha roto. ¡Qué dolor, qué dolor, qué pena! Y ahora, la mejor forma de “disfrutar el despecho por la situación de ya no poder usar tu brazo correctamente, es tocártelo bruscamente momento tras momento. ¿Tiene sentido?


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Muy probablemente la respuesta haya sido “no”. ¿Estoy en lo cierto o tú haces eso cuándo te fracturas?  ¡¿Y entonces por qué motivo se hace eso cuando se trata de dolor emocional?! Parece mentira, pero hay algo que se disfruta al hacer eso.

¿Qué dicen los expertos sobre el tema?

Ciertamente, no es tan ilógico cómo parece. Stephen Gullo, psicólogo experto en impactos emocionales, ha escrito sobre los errores que se tienden a cometer cuando se está en duelo. El especialista menciona la dependencia como uno de esos errores, el tener la necesidad de anclarse en el pasado, y menciona a la obsesión como una de sus características, el tener el pensamiento constante  en esa persona y revivir sus recuerdos junto a ella momento a momento,  haciendo cosas como escuchar canciones de desamor una y otra vez. En otras palabras, ese hábito te ata al pasado.

Quizás no es algo tan malo. La famosa palabra griega  “Catarsis” viene involucrada en este caso. El enfrentar una emoción reviviéndola, sintiéndola, y asimilándola a través de la expresión. La catarsis es una necesidad humana, totalmente normal. Piensa en todas las veces en las que te has descargado gritando a todo pulmón lo que sientes, o te has echado a llorar. Lo qué hay que evaluar el cómo, el porqué y el cuándo.

Otros estudios apuntan a las ventajas que tiene el escuchar música triste para “sentirse mejor. Uno realizado por la Universidad de Limerick encuestó a 65 adultos de entre 18 y 66 años de cinco países, les pidió  que escogieran una situación adversa por la que hayan pasado y que canciones escuchar. Según el estudio, las causas a escoger se dividen en dos grupos, las estrategias personales adoptadas en la selección y las funciones que cumple la música. En el primer grupo destacaron razones como el deseo de conexión entre la letra de la canción y la situación por la que se atraviesa, la evocación de la memoria o la re-experimentación del afecto con la persona amada. Los resultados apuntan a que esas personas dejaban de mirar su duelo como algo único y personal, para mirarlo en cambio como algo universal por lo que todos pasamos, y además encontrar consuelo en la música, aprenden a verla cómo un amigo que crea empatía y consuela a la persona ( “¡Es como si hubiera sido hecha para mí!”).


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Una de las premisas de la inteligencia emocional es el poder comprender las emociones, poder reconocerlas, ver su intensidad y magnitud, encontrar su origen y finalmente controlarlas. Aunque nunca se podrán controlar en su totalidad, el saber afrontarlas implica el vivirlas y darse cuenta de que no son algo que solamente te sucede a ti. Entonces esa música puede ser útil para que sientas, experimentes y comprendas tu situación, en vez de bloquearla y apartarla a la espera de que algo la reviva. Sin embargo, se puede disfrutar de una copa y de una borrachera. Cómo se dijo textualmente antes, lo qué hay que evaluar es el cómo, el porqué y el cuándo.

No obstante, también podemos mencionar escuchar música que contribuya con la alegría. Nuevamente citaremos un estudio. David Greenberg, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y la City University de Nueva York, hizo un estudio junto a la página web sobre música Spotify en el que determinó cuáles eran las mejores canciones para levantarse. Encabezando la lista tenemos a “Viva la vida” de Coldplay, y detrás de ella hay diecinueve canciones para tener buen humor. El experto afirma que “»La música no sirve sólo para entretener, es algo que se adentra en nuestra psique y en nuestro cerebro. Cuánto más indagamos en ella, más cosas descubrimos sobre el papel fundamental que jugó en el proceso evolutivo, a nivel de comunicación e interacción social”.  Según él, los acordes, letras y estética musical pueden tener diferentes efectos en el cerebro.

Puede ser una tortura o una forma de afrontarlo

La música puede ser útil o destructiva.

Todo método distinto traerá resultados distintos. Según expertos, la música puede ayudarnos en nuestra catarsis personal, el desarrollo y la compresión de nuestro duelo traerá nuestra recuperación. Sin embargo, así como la música alegre puede ayudar a nuestro humor, la música triste puede dañarlo. Si miras masoquistamente al pasado a través de la música, en el pasado te quedarás repitiendo las canciones, pero si analizas racionalmente y con criterio de qué efectos te traerá y porqué la escuchas, probablemente será una buena herramienta para afrontar la situación.

También es importante evaluar qué es exactamente lo que dice la letra, analizar el motivo por el cual la escuchas. A menudo las líricas dicen frases que en nada ayudan a la superación, y solo hablan de romanticismos infantiles y desvinculados de la realidad, afirmando cosas como la imposibilidad de vivir sin la persona, cursilerías u otras tonterías. Muy distinto es el caso de una canción que realmente diga algo que convenga escuchar, como la descripción de una situación verdaderamente similar a la tuya, una coherente  visión de los hechos o una descripción de las emociones maduras.

El filósofo y psicólogo Erich Fromm tiene una tesis interesante respecto al amor. En su libro “El amor es un arte” propone una visión menos romántica de lo que es aquel fenómeno. En lugar de ser un sentimiento, dice él que es una disciplina. Para dar lo mejor de nosotros mismos y que esa persona nos dé lo mejor de sí misma no basta con una emoción, pues toda emoción es efímera. Hace falta llenarnos de buenos hábitos, estar al tanto, darle prioridad en nuestra vida y dedicarle tiempo. Y debes recordar algo, también hace falta amarse a uno mismo, de otra manera todo en esta vida será un fracaso. De modo que hacerse daño con la música o con cualquier arte es y será una mala idea, no puedes disciplinarte para lastimarte. Ama a tu propio ser y date cuenta de que es bueno y que es malo para ti.

En líneas generales, la respuesta es la interrogación. Cuando pases por esa situación y sientas la necesidad de caer en el hábito evalúa si realmente te ayudará a manejarlo o solo empeorará tu situación. Tú eliges.

Diego Alejandro Torres / Redacción ZigmaZ

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