El cliché de la semana: Hábitos vs dietas locas

María Parra
By María Parra 7 Min Read

PayPal donacion

Si has escogido como objetivo ponerte en forma, bajar de talla para que ese vestido te quede mejor y puedas impresionar en la fiesta o simplemente quieres que tu cuerpo luzca mejor y tu salud mejore entonces te recomiendo tengas muy en cuenta que eso de las dietas milagrosas no funciona y que lo más probable que logres es un buen ataque de ansiedad a los dos días que la comiences o incluso antes.

Con este artículo quiero que comiences a trabajar en la creación de hábitos y que pienses en progresivo y no en obsesivo, obsesionarse contando calorías o con solo consumir sopa de lunes a viernes con una hoja de lechuga, esto traerá graves consecuencias que no tardarás en ver llegar.

¿Por qué razón no funciona la milenaria dieta de la sopa o de la manzana para bajar esos kilos en dos semanas o un mes? Fácil, eso lo puedes decir tú al responder esta pregunta  ¿Por cuánto tiempo has estado comiendo de forma inconsciente y sin hacer actividad física? ¿Un mes? ¿Un año? ¿Toda la vida? Si en ningún momento has hecho ejercicio y siempre has estado comiendo cada cosa que ves no esperes que en dos semanas o en un mes logres quitar todo lo que has acumulado en tanto tiempo. Otro factor importante es que ninguna dieta loca o pastilla quema grasa te ayudará con ese problema, solo jugarás con tu salud.


Hosting para tu web

“Pero si he bajado de peso con esa dieta que vi” Sí, puedes que lo hayas logrado pero lo que realmente has perdido es músculo y no grasa, si estas en una dieta como la de la sopa tu cuerpo no tendrá los nutrientes suficientes lo que causará que vayas perdiendo masa muscular y eso es lo que menos quieres si quieres lucir un cuerpo tonificado, si no te alimentas bien y empiezas con la “carbofobia” y dejando la proteína de lado lo que harás es lucir un cuerpo flácido y para nada bonito.

Si de casualidad se te ha pasado por la mente empezar una de esas dietas que prohíben de todo lo más seguro que tendrás son tres cosas: Un ataque de ansiedad en menos de un par de días, un efecto rebote y una decepción enorme al ver que no lo lograste; La verdad es que si estás acostumbrado a una mala alimentación lo más seguro es que fracases si decides irte por una dieta así o incluso por cualquiera que tenga algún conocido fitness. Si decides empezar a comer sano ten en cuenta que debes hacerlo de forma progresiva, porque si decides de un día para otro quitarte los dulces de golpe vas a terminar pasando por momentos bastantes fuertes donde tu autocontrol no va a poder actuar.

Voy a poner el ejemplo de alguien que come en Wendy todos los días, consumiendo dos refrescos diarios y comiendo un frosty grande un día sí y otro no; esta persona ha decidido empezar una vida más sana pero tiene que tener en cuenta que tiene un muy mal hábito con la comida chatarra, su objetivo es comenzar a alimentarse bien y llevarlo como estilo de vida así que la primera semana en vez de comer solo lechuga y pollo a la plancha y entrar en un ataque de ansiedad lo que debe hacer es tratar de consumir solo un refresco diario, reemplazar una de esas hamburguesas por una pechuga a la plancha e ir tratando que ese Frosty solo quede para los fines de semana o dos días específicos de la semana. Poco a poco, semana tras semana, irá reemplazando poco a poco las hamburguesas por comida sana y los refrescos por agua o bebidas bajas en azúcar, su cuerpo y mente se irán acostumbrando al cambio y poco a poco lo hará un hábito y no una dieta loca que hará que termine por odiar la comida saludable.

Un mal hábito no se quita de la noche a la mañana, es un trabajo que toma tiempo así que calma, ten paciencia que poco a poco los cambios vendrán.



Lo mismo pasa con el ejercicio, es usual escuchar a personas sedentarias decir que la próxima semana comenzarán a trotar 3 kilómetros, que harán pesas, que irán al gimnasio a hacer cardio por 40 minutos ¡NO! Si nunca han hecho ejercicio antes explotarse de esa manera o ir por una rutina que no está adecuada a ustedes lo único que provocará es decepción al ver que no pueden lograr a esas metas inalcanzables.

Un sedentario jamás tendrá la misma rutina que una persona que va al gimnasio todos los días por la sencilla razón que son niveles totalmente diferentes.

Vayan poco a poco y aumentando su tiempo de ejercicio e intensidad de forma progresiva, no intenten hacer lo que a alguien le ha costado en meses en tal solo una semana ¡porque no van a lograrlo! Hablen con el monitor de gimnasio que les dará la rutina más adecuada para ustedes, si no vas al gimnasio y quieres correr, entonces corre 1km y si tu cuerpo no puede con eso bájale un poco y ten como meta en una semana o dos poder completarla y ve en busca de más, cuando veas tus pequeños logros te animarás a ti mismo a continuar, todo lo contrario si te planteas metas imposibles.

Lo más importante que hay que trabajar para tener cambios es la actitud, de nada servirá tener un objetivo claro si tu mente tiene son pensamientos pesimistas, trabaja tu mente como trabajarás tu alimentación y entrenamiento, nada puede derrotar a un actitud comprometida. Esto es esencial porque en el camino tendrás altibajos y solo tú serás la persona capaz de sacarte de allí para continuar.

Recuerden : No es cuestión de fuerza, es cuestión de actitud.

Redacción Zigmaz

Share This Article
Leave a comment

Deja una respuesta