Las sondas espaciales de la NASA han descubierto una barrera artificial alrededor de la Tierra creada a través de la actividad humana, mostrando que no sólo somos responsables de dar forma al medio ambiente en tierra, sino que también estamos teniendo un impacto en el espacio.
La barrera, que va y viene, es el resultado de comunicaciones de radio de muy baja frecuencia que interactúan con partículas en el espacio, lo que resulta en una especie de escudo que protege a la Tierra de la radiación de alta energía en el espacio. Esto, según los científicos, es potencialmente una muy buena noticia, ya que podríamos usar la barrera para proteger la Tierra del clima espacial extremo resultante de eventos como las eyecciones de masa coronal enormes explosiones en el sol, donde los plasmas y el campo magnético son expulsados de su corona; Parte más externa de su atmósfera. Estas eyecciones pueden resultar en tormentas geomagnéticas, que tienen el potencial de eliminar los satélites de comunicación y las redes eléctricas.
Los científicos de la NASA detectaron la barrera con las sondas Van Allen, diseñadas para estudiar electrones e iones en nuestro nuevo espacio. Normalmente, las señales de muy baja frecuencia (VLF) procedentes de radiotelescopios se transmiten desde el suelo y se utilizan para comunicarse con submarinos, muy por debajo de la superficie del océano. Sin embargo, también terminan entrando en la atmósfera.
Como la barrera VLF parece proteger a la Tierra, los científicos dicen que podría ser utilizado para eliminar el exceso de radiación del espacio que rodea a la Tierra y la NASA está planeando realizar pruebas para ver si esto podría funcionar.