Los siguientes países o islas nombradas a continuación son lugares que cuentan con población, su propia moneda y símbolos patrios; a pesar de que muy pocas personas en el mundo conocen de su existencia, además de no pertenecer a la ONU.
Atlantium, Christiania, Elgalandia-Vargalandia, Molossia son algunos de esos curiosos lugares, también está el reino africano de Barotselandia, de tres millones y medio de habitantes, que busca separarse de Zambia. Otro caso es el de Ogonilandia, que quiere dejar de formar parte de Nigeria. Ambos obtuvieron su independencia en 2012.
La República de Murrawarri, fundada en el año 2013, se creó en Australia, luego de que una tribu indígena le envió una carta a la Reina Isabel II para que el territorio sea legitimado. La reina nunca respondió, pero los murrawaris decidieron reafirmar el pedido para gobernar las tierras que antiguamente fueron su patria.
Hay casos más extraños, como el de Hutt River, también en Australia. Es un principado del tamaño de una estancia, poblado por una familia de agricultores que crearon sus propios títulos reales, moneda y servicio postal para no tener que pagar los impuestos al grano que el gobierno aplicaba.
En Europa se encuentran Forvik y Sealand, en el Reino Unido, y Christiania, ubicado dentro de Copenhague, la capital de Dinamarca. Este país fue formado por ocupantes ilegales de un cuartel del ejército danés en 1971, tiene 850 habitantes y un sistema de democracia directa en el que todos pueden votar sobre cualquier asunto que se trate. Las personas no pueden fumar marihuana en Dinamarca, pero sí en Christiania, donde es legal.
Uno de los casos más extraños es el del Imperio de Atlantium. La capital de este país se llama Concordia y está ubicada en una provincia rural de Australia (sí, hay muchas micronaciones en ese país). Sin embargo, es un país «no territorial», lo que significa que cualquier persona, de cualquier rincón del mundo, puede ser ciudadano de esta nación.
Algo de historia
En el año 1933, se realizó en Montevideo la Conferencia Internacional de Estados Americanos en la que se firmó un tratado sobre la definición de país. El mismo establece que, si una región quiere convertirse en una nación, necesita tener cuatro características: un territorio definido, una población, un sistema de gobierno y «la capacidad para relacionarse con otros estados«.
Basándose en el tratado de la Convención de Montevideo, varios territorios lograron la denominación de «país», aunque las naciones Unidas no aceptan su ingreso, lo que les impediría tener el sello de Estado.
Redacción ZigmaZ