En muchas ocasiones el deseo sexual toma rumbo a la monotonía, teniendo en cuenta que las parejas tienden a tomar otros caminos y hasta la infidelidad para ver un sentido más atrevido a la vida sexual.
Para variar la intimidad, el ritmo y la presión de las caricias debemos tomar en cuenta:
Caricias con la lengua
Mima las zonas erógenas de tu pareja con la boca humedécete los labios y la lengua, y recorre con ambos la piel de su cuerpo. Para que el efecto sea más placentero, varia la intensidad.
Lame sus labios
Una forma muy erótica de intensificar su deseo sexual es acercándote a su cara y lamiéndole los labios. Pídele que cierre los ojos y que disfruten del contacto de tu lengua con su boca.
Mordiscos cariñosos
Estimula a tu pareja con mordisqueando suavemente su piel. Prénsala ligeramente con los dientes y estírala de adentro hacia afuera. El interior de los muslos es un lugar perfecto para este genial jueguito.
Redacción ZigmaZ