El 21 de septiembre en el histórico escenario “Santiago Bernabeu” se dio lugar a la quinta fecha liguera para el siempre grande Real Madrid y un club que en las últimas temporadas ha demostrado tener una ideología original y bien representada por una oncena realmente eficiente.
El director técnico del submarino Amarillo, Fran Escribá, quiso asumir el reto que representaba la negativa historia que tenía Villarreal en las visitas a la casa del Real Madrid; pues jamás salió victorioso el club de Castellón en la “Casa Blanca”.
A pesar de los negativos números históricos, el Villarreal salió al terreno de juego demostrando que no le ofrecería ese respeto que casi todo equipo chico le regala a los grandes de la Liga Española. Por su parte los dirigidos por el francés Zinedine Zidane salen al césped con un planteamiento bastante ofensivo y muy poco habitual en las estrategias antes proyectadas. De principio no contó con esa casi obligatoria línea de tres mediocampistas que mantenía el orden y el equilibrio de la estructura ofensiva y defensiva del cuadro merengue. En esta ocasión el único que estuvo en representación de los titulares fue el alemán Tony Kroos, acompañado por el croata Mateo Kovacic y el colombiano James Rodríguez quien no ha sido muy respaldado por el francés desde la llegada de su cuerpo técnico, esto representado en la baja constante de minutos que se le ofrece al colombiano partido tras partido. La línea de mediocampistas merengues estaba acompañada por el tridente ofensivo de siempre conocido como la BBC.
A continuación un pequeño resumen del partido:
Sin embargo, lo plasmado en el papel no fue lo que se apreció en el desarrollo del partido, o al menos no fue lo que se alcanzó a observar en los primeros 45 minutos donde además de tener el Villarreal la posesión efectiva de la esférica, salió al descanso con un favorable 0-1 anotado por vía penalti a través del experimentado capitán Bruno Soriano en el minuto 44 (cabe destacar la calidad con la que Bruno ejecutó la pena máxima), después de una irresponsable mano dentro del área blanca protagonizada por otro histórico del fútbol español; el capitán madridista Sergio Ramos, que por cosas del destino al pasar los 90´min demostró la jerarquía suficiente para pasar de ser el villano y convertirse en el héroe de la partida.
Elvis Rodríguez / Redacción ZigmaZ
