Pit bulls: Nacidos para amar, criados para pelear

Abril O'Neil
By Abril O'Neil 3 Min Read

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Los pit bull se consideran una de las razas caninas más agresivas. Sin embargo, una gran cantidad de proteccionistas y ciudadanos comunes se han dado la tarea de desmentir ese mito.

El corazón le latirá a cien con esta enternecedora historia sobre el pit bull que quedó domesticado con una sola caricia.

Conoce a Cruz, pit bull residente del refugio San Bernardino:

Cruz llegó a San Bernardino hace tres años atrás. En ese momento estaba sucio y lleno de pulgas, se supone que fue abandonado y vivió en la calle algún tiempo.


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Desde el principio mostró comportamientos típicos de un animal maltratado, evitaba el contacto visual y se alejaba de sus cuidadores. Estaba asustado, algo que fue malinterpretado como agresividad; esto en gran parte, gracias a su raza.

María, la salvadora de Cruz:

Su cuidadora, María, podría calificarse como su ángel guardián y salvadora. Es ella quien hace el vídeo, quien habla al pit bull con una voz suave y dulce.

María no se da por vencida, no importa si Cruz evita el contacto visual y gimotea, eventualmente él accede a acercarse a la chica y sus defensas son historia. Es casi gracioso observar al pit bull tratar de poner resistencia a su encanto.

Al ver el vídeo no queda dudas, Cruz solo esperaba una pequeña oportunidad para confiar en alguien.

¿Qué sucedió con María y Cruz?

Cruz aprendió a confiar y fue adoptado. ¿Cómo lo sabemos?, ¿qué sucedió? Pues María subió vídeos mostrando sus grandes avances.

A pesar de la ternura que derrocha el vídeo, es importante notar el desgaste de Cruz… El antes y el después.

La diferencia es infinitamente apreciable, Cruz muestra la sonrisa de oreja a oreja tan característica de un pit bull sano y feliz. Ya no tiene pulgas, ya no está sucio y recibe el sustento más importante: Amor.

Miles de proteccionistas y cuidadores luchan día a día por ayudar a perros como Cruz. Ellos son abandonados y alejados de quienes consideraron sus protectores, están al límite. Tienen miedo y necesitan toda la comprensión y afecto que todos les podamos brindar.

Abril O’Neil / Redacción ZigmaZ 

Con información de The Dodo

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