Cada 16 de julio se celebra en el calendario católico el día de La Virgen del Carmen, también conocida como Nuestra Señora del Monte Carmelo, es una de las advocaciones más veneradas de la Virgen María en el mundo.
Su devoción se origina en el Monte Carmelo, una cadena montañosa ubicada en Tierra Santa, cerca de la ciudad de Haifa, Israel. Cabe acotar que su imagen fue nombrada como patrona del Ejército de los Andes por José de San Martín.
Los orígenes de la devoción
La historia de la Virgen del Carmen se remonta al Antiguo Testamento, con el profeta Elías. Según la tradición, Elías se refugió en una cueva del Monte Carmelo huyendo de la persecución del rey Acab. Allí, oró fervientemente a Dios pidiendo el fin de la sequía que azotaba la región.
En respuesta a sus plegarias, Elías vio una pequeña nube en el horizonte, señal de la lluvia tan anhelada. Esta nube, según la tradición, era una prefiguración de la Virgen María, quien siglos más tarde sería venerada en ese mismo lugar.
La devoción a la Virgen del Carmen cobró especial impulso en el siglo XIII, gracias a una aparición que tuvo lugar en Aylesford, Inglaterra. Según se cuenta, en 1251, San Simón Stock, superior general de los carmelitas, recibió la visita de la Virgen María.
En esta aparición, la Virgen le entregó un escapulario marrón, prometiéndole grandes favores espirituales a quienes lo portaran con devoción. El escapulario se convirtió en un símbolo de protección y devoción mariana, extendiéndose rápidamente por toda Europa y llegando a América con la llegada de los conquistadores españoles.
La Virgen del Carmen como Patrona
A lo largo de los siglos, la Virgen del Carmen ha sido nombrada patrona de diversas instituciones, grupos y países. Es considerada patrona de los marineros, por su asociación con la estrella del mar, y también de los bomberos, policías y otras personas que arriesgan su vida por los demás.
En América Latina, la devoción a la Virgen del Carmen tiene un arraigo especial en países como Chile, Perú, Colombia y Argentina. En cada uno de estos lugares, la Virgen es venerada con fervor y se celebran fiestas en su honor cada 16 de julio, día de su festividad.
En la actualidad, la Virgen del Carmen sigue siendo una figura de gran importancia para millones de personas en todo el mundo. Su imagen inspira devoción, consuelo y esperanza. Su mensaje de amor y protección materna sigue resonando en los corazones de los fieles, invitándolos a confiar en su intercesión y a seguir sus pasos como modelo de fe y entrega.
Milagros de la virgen
Entre los muchos milagros que se le atribuyen se encuentran el del barco inglés Ocean’s King, Rey del Océano, que en 1845 se encontraba en una gran tormenta y uno de los marineros fue a cubierta a realizar unas plegarias. Otro tripulante tuvo la idea de arrojar al mar un escapulario de la Virgen que él tenía en su cuello, al caer en en las aguas la tormenta se calmó, y con una ola más suave el mar le devuelve al marinero el escapulario que había lanzado.
Por otra parte, hay un hecho que le dio el nombre de Ciudad del Carmen a una región de Campeche en México. La historia relata que tal día como hoy, 16 de julio, del año 1717 la Virgen del Carmen derrotó a unos piratas expulsándolos de la Isla de San Felipe.
También está el milagro del Galileo, que era un barco mercante que naufragó en 1913 cerca de la Isla del Caño en Costa Rica. El armador de la embarcación rezó a la entidad divina por la vida de sus marineros, luego al estar todo el pueblo rezando en la iglesia llegó a puerto la nave con todos sus tripulantes vivos.
Oraciones a la Virgen del Carmen
A continuación te presentamos algunas oraciones que le puedes hacer a
Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen! Vos, que miráis con ojos de particular bondad al que viste vuestro bendito Escapulario, miradme benignamente y cubridme con el manto de vuestra maternal protección. Fortaleced mi flaqueza con vuestro poder, iluminad las tinieblas de mi entendimiento con vuestra sabiduría, aumentad en mí la fe, la esperanza y la caridad.
Adornad mi alma con tales gracias y virtudes que sea siempre amada de vuestro divino Hijo y de Vos. Asistidme en vida, consoladme cuando muera con vuestra amabilísima presencia, y presentadme a la augustísima Trinidad como hijo y siervo devoto vuestro, para alabaros eternamente y bendeciros en el Paraíso.
Amén.
Oración larga
Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores y especial Protectora de los que visten tu sagrado Escapulario, por lo que su Divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de tu querido Hijo, el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia especial que te pido en esta Novena, si conviene para su mayor honra y gloria y bien de mi alma; que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de vuestra intercesión poderosa.
Quisiera tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos a fin de poder alabarte dignamente y uniendo mi voz con sus afectos, te saludo una y mil veces diciendo:
(Tres Avemarías).
Virgen Santísima del Carmen, yo deseo que todos sin excepción, se cobijen bajo tu sombra protectora de tu Santo Escapulario y que todos estén unidos a Ti Madre Mía, por los estrechos y amorosos lazos de ésta tu querida insignia.
¡Oh Hermosura del Carmelo! Míranos postrados reverentes ante su sagrada imagen y concédenos benigna tu amorosa protección. Te encomiendo las necesidades de nuestro Santísimo Padre el Papa y la Iglesia Católica, nuestra Madre, así como las de mi nación y las de todo el mundo, las mías propias y las de mis parientes y amigos.
Mira con ojos de compasión a tantos pobres pecadores, herejes y cismáticos, cómo ofenden a tu Divino Hijo y a tantos infieles cómo gimen en las tinieblas del paganismo. Que todos se conviertan y te amen, Madre Mía, como yo deseo amarte ahora y por toda la eternidad.
Amén.
Las oraciones fueron extraídas de Devocionario.com y Rezaconmigo.
También puedes ver este video para hacer la oración milagrosa:
La Virgen del Carmen nos recuerda que no estamos solos en nuestro camino de fe. Ella es nuestra madre espiritual, siempre dispuesta a acompañarnos, consolarnos y guiarnos hacia la salvación eterna. Su presencia en nuestras vidas nos llena de esperanza y nos motiva a ser mejores personas, siguiendo el ejemplo de su amor y entrega.
Redacción Zigmaz
