El viceprimer ministro de Australia advirtió que Johnny Depp podría enfrentar cargos de perjurio en la saga «terriergate». En 2015 el actor y su entonces esposa Amber Heard llevaron a Pistol y Boo, sus dos Yorkshire terriers, a Australia, pero no los declararon a las costumbres del país.
La llamada «guerra contra el terrier» se desató cuando Barnaby Joyce, viceprimer ministro de Australia, amenazó con matar a los perros a menos que «volvieran a los Estados Unidos».
Depp respondió en la fila llamando al político un «hombre sudoroso, grande-destripado de Australia», pero hicieron que los perros salieran del país horas antes de un plazo fijado por el gobierno.
La pareja más tarde emitió un extraño video de disculpa que fue ampliamente burlado.
Heard recibió una multa de $ 1.000 (£ 541) después de declararse culpable de proporcionar un documento de inmigración falso que no declaró a sus perros.
La actriz tenía otros dos cargos más serios de importar ilegalmente los terriers al país despedido.
La pareja, que finalizó su divorcio a principios de este año, afirmó haber ignorado que estaban violando cualquier ley y dijo que pensaba que su «personal había obtenido el papeleo necesario».
Pero ahora los gerentes de negocios de Depp, The Management Group, han presentado documentos legales en un caso separado alegando que el actor «afirmó falsamente a las autoridades y entrevistas de prensa que el incidente fue un gran malentendido.
Que responde a la reclamación, el Sr. Joyce dijo que «podría tener que mirar esto». «Si la acusación es correcta, hay una palabra para eso ,se llama perjurio», dijo a ABC News. «Esa es otra pregunta que, si eso fuera cierto, el señor Depp tendría que responder. «Somos un continente insular y tomamos la bioseguridad muy en serio y no importa si crees que eres el Sr. Who’s Who de Hollywood, vas a obedecer nuestras leyes», agregó Joyce, quien también es Ministro agrícola.
