Para aquellas mujeres que les gusta usar diamantina de forma regular en el esmalte de uñas o en sombras para los ojos. Deberían escuchar esta historia bizarra y triste.
Erica Díaz, una chica proveniente de Florida, un día decidió ayudar a limpiar a su hija el desorden que quedó después de un proyecto escolar cuando un diminuto círculo brillante cayó en su ojo. Al principio no le prestó importancia, pero nunca imaginó que terminaría perdiendo su ojo.
Pequeño incidente
Desafortunadamente el ojo de Erica se infectó y su doctor le prescribió gotas para los ojos para tratar el problema, pero no fue suficiente.
Lamentablemente la pieza de glitter empezó a crecer de uno a siete milímetros en la semana. Por lo que a Erica se le tuvo que hacer una intervención de emergencia, que debido a complicaciones, tuvieron que retirarle el ojo completamente para que no muriera a causa de sepsis.
“No había formar de salvar el ojo. Fallaron dos trasplantes de córnea, las inyecciones, las pastillas y las gotas medicinales. Nada pudo controlar la infección. Tuvieron que quitarme el ojo porque en la última revisión descubrieron que había un crecimiento extraño en la parte posterior del globo ocular, si el hongo hubiera entrado directamente a mi torrente sanguíneo hubiera muerto”, aseguró Díaz en una entrevista.
Por último afirmó que a pesar de que fue despojada de la cosa que la hacía lucir bella, todavía sigue siendo “un cíclope regordote, soy una mujer hermosa y un ser humano”.
Pobre mujer vale, pero bueno esperemos que no lo vuelva a pasar otra cosa mala en la vida.