En la búsqueda constante de mantener viva la chispa en la vida sexual, muchas parejas están explorando prácticas alternativas que añadan emoción y novedad a su intimidad. Una de las técnicas que ha ganado popularidad en los últimos años es el bondage, una práctica que, además de ser estimulante, puede fortalecer la confianza y la comunicación entre ambos.
¿Qué es el bondage y cómo puede beneficiar tu relación?
El bondage consiste en vendar, atar o restringir a la pareja con el fin de crear una experiencia de juego erótico. Lejos de ser solo una expresión de dominación o sumisión, el bondage puede convertirse en un ejercicio de confianza mutua, permitiendo explorar límites y deseos en un ambiente seguro y consensuado.
Tips para introducir el bondage en pareja
1. Comunicación previa:Antes de comenzar, hablen sobre sus expectativas, límites y palabras de seguridad. La confianza es esencial para disfrutar sin riesgos.
2. Empiecen despacio:Si son novatos, utilicen ataduras sencillas y progresen gradualmente. Pueden comenzar con las manos atadas o con vendas en los ojos.
3. Selecciona el ambiente adecuado: Un espacio cómodo, privado y libre de objetos peligrosos favorecerá una experiencia más relajada y segura.
Tipos de cuerda recomendados
– Cuerdas de algodón o seda:Son suaves, cómodas y menos propensas a causar lesiones si se usan correctamente.
– Cuerdas específicas para bondage:Diseñadas para este fin, con propiedades que minimizan el riesgo de lesiones y quemaduras.
Nudos útiles y seguros
– Nudo simple o de lazo:Fácil de desatar y ajustar, ideal para principiantes.
– Nudo de doble hoja o doble lazo:Para mayor seguridad, asegurando que no se deslice.
– Nudo de seguridad:Siempre tener a mano un par de tijeras o cutters de seguridad para liberar rápidamente en caso de emergencia.
Tips de seguridad imprescindibles
– Palabra de seguridad:Establezcan una palabra o señal clara para detener la actividad en cualquier momento.
– Revisión constante:Durante la sesión, revisen la circulación en las extremidades atadas, asegurándose de que no haya entumecimiento, hormigueo o dolor excesivo.
– Tiempo de restricción:No mantener las ataduras por períodos prolongados para evitar lesiones.
– Cuidado en zonas sensibles: Evitar atar en áreas que puedan causar daño, como el cuello o zonas con nervios delicados.
– Supervisión continua: La pareja que realiza la atadura debe estar atenta en todo momento para brindar asistencia inmediata si es necesario.
A continuación una colección de videos bastante amplia acerca de este arte —> Enlace
El bondage, practicado con respeto, comunicación y precaución, puede convertirse en una excelente herramienta para romper la rutina sexual, fortalecer la confianza y explorar nuevas sensaciones en pareja. Como en toda actividad íntima, la clave está en el consentimiento y en priorizar la seguridad, haciendo que cada experiencia sea placentera y segura para ambos.
Alberto Coll/ Redacción Zigmaz