Hace más de siete décadas, dos migrantes españoles llegaron a Venezuela con la ilusión de compartir los sabores de su tierra. De ese sueño nació La Montserratina, la marca que hoy es sinónimo de parrilla, tradición y sabor en cada mesa venezolana.
Su historia comenzó en un pequeño apartamento de la esquina de El Cristo, en la parroquia San Agustín de Caracas, donde se elaboraron artesanalmente los primeros embutidos: la butifarra y la salchicha con tripa natural.
Con esfuerzo, dedicación y una pasión inquebrantable por la calidad, estos productos comenzaron a venderse de puerta en puerta, conquistando poco a poco el gusto de los consumidores. La aceptación del público fue tal que la oferta se amplió con nuevas especialidades, como la butifarra blanca y negra, la catalana y la tradicional sobrasada, marcando el inicio de una expansión que nunca se detuvo.
De San Martín a Las Tejerías: una historia de crecimiento
El éxito llevó a los fundadores a abrir su primer local en el Mercado de San Martín, que funcionó como tienda y fábrica. Allí instalaron secaderos para elaborar jamón parma, fuet y salchichón, además de oficinas y cavas que fortalecieron la producción. Posteriormente, la empresa se trasladó a Boleíta, donde se estableció la distribuidora, y finalmente en 1967, a Las Tejerías, estado Aragua, donde se consolidó la planta principal.
Cada paso de expansión fue impulsado por los propios consumidores, quienes con entusiasmo pedían nuevos sabores y formatos. De esa relación directa con el público surgieron productos emblemáticos como las morcillas y la chistorra, adaptadas al paladar venezolano sin perder el sello artesanal que distingue a La Montserratina.
Un nombre con raíces y devoción
El nombre La Montserratina rinde homenaje a la Virgen de Montserrat, patrona de Cataluña y símbolo de la tierra natal de sus fundadores. Su primer logotipo, las montañas de Montserrat, reflejaba ese fuerte vínculo con sus raíces y se convirtió en un emblema de autenticidad y orgullo.
Hoy, a 76 años de su fundación, la marca continúa fiel a su esencia: mantener vivas las recetas originales, transmitidas de generación en generación, conservando ese sabor inconfundible que la ha convertido en el referente parrillero de Venezuela.
Lee el artículo del 75 aniversario de la marca:
La Montserratina arribó a su 75 aniversario acompañando a los venezolanos
Una tradición que sigue encendiendo el fuego
Más allá de los embutidos, La Montserratina representa unión, celebración y familia. Su compromiso con la calidad y la innovación la han mantenido vigente en el corazón de los venezolanos, presentes en cada asado y en cada reunión donde el fuego se convierte en punto de encuentro.
Para celebrar su aniversario número 76, la marca invita a todos a unirse a esta fiesta de sabor y tradición, encendiendo la parrilla y compartiendo esos momentos que se disfrutan mejor con un toque de La Montserratina.
Sigue su celebración y conoce más de su historia a través de sus redes sociales Instagram, Facebook y X: @LaMontserratina en TikTok: @LaMontserratinave
Con información de Nota de Prensa