El 21 de diciembre, según los astros y las señales cósmicas, es el Solsticio de Invierno, o sea, es el día en el que el sol se encuentra a su mayor distancia con la tierra. Según el clima, es el día en el que comienza el invierno en la mayor parte de los países del mundo, y simbológicamente es el día en que muchísima cantidad de personas se preparan y preparan sus hogares para abrirle las puertas al espíritu de la navidad.
Según una leyenda Nórdica, hace muchísimos años atrás, al menos ochenta mil, un ser de una galaxia lejana y desconocida aterrizó un 21 de diciembre en la Tierra, exactamente en una zona que ahora se denomina o se llama Escandinavia; este personaje se caracterizaba por tener una alegría incomparable y pegajosa, se trataba de un viajero errante que predicaba a cada persona sus conocimientos, regalaba obsequios y bendiciones durante la estadía en cualquier lugar. Desde ese momento, las personas esperan a ese viajero para ofrecerle sus hogares como estadía, llamándolo Espíritu de la Navidad.
A partir de ese momento, en los diferentes países y regiones existen diversas creencias y maneras de recibir al Espíritu de la Navidad en los hogares. Para recibirlo, muchas familias limpian sus casas profundamente, se bañan con aguas y sales aromáticas, prenden velas, colocan frutas en las mesas como ofrenda y preparan una lista de deseos y vibras positivas acompañado de una cena especial para el día.
¿Y usted? ¿Ya está preparado para recibir el Espíritu de la Navidad?