Los avances tecnológico cada vez son más impresionantes al ver que gracias a una larga investigación han podido nacer una camada de cachorros por fecundación in vitro.
Asimismo lo reseña EFE, un grupo de investigadores de la Universidad Cornell de Nueva York ha conseguido que nazca la primera camada de cachorros de perro por fecundación in vitro, un logro que podría ayudar a salvar especies en peligro de extinción.
El hallazgo, publicado por la publicación especializada Public Library of Science ONE y por el propio centro universitario, también podría suponer un avance para combatir las enfermedades hereditarias en los perros, así como para estudiar el desarrollo de las enfermedades congénitas, ya que los canes comparten más de 350 trastornos y rasgos hereditarios con los humanos.
Para conseguir la fecundación, los investigadores transfirieron diecinueve embriones previamente tratados a la perra escogida para gestar, la cual dio a luz a siete cachorros sanos, dos de una madre beagle y un padre cocker spaniel, y cinco a partir de dos parejas de padres y madres beagle.
“Desde mediados de la década de 1970, la gente ha estado tratando de hacer esto en un perro y no han tenido éxito“, dijo Alex Travis, profesor asociado de Biología Reproductiva en el Instituto Baker de Sanidad Animal, en la Facultad de Medicina Veterinaria de Cornell.
Fecundar para producir un embrión
Para el éxito de la fecundación in vitro, los investigadores debieron fertilizar un óvulo maduro con un espermatozoide en un laboratorio para producir un embrión, y a continuación insertar el embrión en una hembra gestante en el momento adecuado en su ciclo reproductivo.
En este sentido, los expertos vieron que, dejando el óvulo madurar un día más, sus probabilidades de éxito eran mayores.
Una vez lograda la fertilización de los óvulos, el siguiente obstáculo radicaba en que el tracto femenino de la perra gestante estuviera a punto para la fecundación, para lo que los investigadores, liderados por Jennifer Nagashima, simularon las condiciones uterinas en su laboratorio.
Así, los científicos descubrieron que, al añadir magnesio al entorno, el cuerpo de la madre gestante acogía mejor la llegada de los espermatozoides.
“Hicimos esos dos cambios, y ahora logramos el éxito en las tasas de fertilización de un 80 a un 90 por ciento”, afirmó Travis.
Redacción ZigmaZ