Tras los atentados de París ocurridos a finales del 2015, los medios de comunicación inician el nuevo año respirando miedo. Nuevamente, la creatividad se enfrenta al temor. Así como en Venezuela se tiene miedo de terminar como Inesita Terrible, en el resto del hemisferio se tiene miedo de terminar como el fallecido cineasta Theo Van Gogh. Nuevamente, muchas opiniones no verán la luz, nuevamente el silencio y la seguridad serán un mismo término.
El peligro de ofender a extremistas musulmanes no es nuevo. Recordemos lo que le ocurrió al escritor hindú-británico Salman Rusdhie tras la publicación de la novela “Los versos satánicos” Jomenie, el Califa de Irán, ordenó su asesinato y toda la comunidad de radicales inició una cruzada contra él que derivó en el homicidio de varios traductores y editores de su obra. En el 2012 fueron los atentados a los servicios diplomáticos estadounidenses en Egipto y Siria por la publicación en youtube de escenas de la película “La inocencia de los musulmanes”. En el 2006 fue el caso de las caricaturas de Mahoma por el diario danés Jyllands-Posten. Y hay mucho más casos. ¿Cuándo volverá a ocurrir?
Aquí en Venezuela temas como la crisis económica o la inseguridad no parecen ser problema para ciertos medios de comunicación oficialistas. Según la ONG “Espacio Público”, para agosto de 2015 en Venezuela se registraron 147 violaciones a la libertad de expresión, entre ellas intimidaciones, censura y acoso. Ejemplos de ello son los despidos realizados por el diario El Universal, el arresto al militar de tendencia chavista, José Martín Raga, tras sus polémicas declaraciones sobre la situación actual en el programa de César Miguel Rondón o los tuiteros presos por comentar sobre la muerte el diputado oficialista en el 2014. Puede que no sean los mismos agresores, pero no son casos muy distintos.
¿Cuándo volverá a ocurrir? ¿Acaso la vida es lo mismo que la supervivencia? Necesitamos vivir sin miedo, vivir sin humillación, necesitamos una vida de tolerancia y creatividad para poder desarrollarnos y contribuir en la elaboración de una sociedad más civilizada. Quizás hay que reflexionar sobre el hecho de que no viviremos realmente mientras confundamos la prudencia con la cobardía.
Defender el derecho a la vida por encima al de la libertad de expresión es absurdo. ¿Cómo se denunciará a un asesino si no existe libertad de expresión? La preservación de nuestra vida también depende de que podamos reclamar que corre peligro, todos nuestros derechos dependen de nuestras palabras. Si te roban, si te amenazan, si violan tu privacidad, si abusan sexualmente de ti, decir lo que ha pasado es el primer paso para hacer valer tu derecho. Hay que saber cuándo callar y cuándo no callar.
¿Cuánto poder obtienen los bárbaros cuando el silencio florece? Si cada grito constituye una gota, hace falta una tormenta. Las ideas deben viajar por las diferentes formas de expresión, ser adaptadas a nuevas formas, para desarrollarse en la sociedad. Es necesario que Venezuela comprenda que toda libertad requiere de responsabilidad de lucha.
El poder de la creatividad
Un ejemplo de defensa a la libertad creativa lo dieron Trey Parker y Matt Stone, creadores de la serie animada South Park, en el año 2010 cuando la caricatura estadounidense emitió los episodios “200” y “201”, un especial de una hora de duración en el que aparecía la imagen del profeta Mahoma. En días previos a la emisión del episodio, dos radicales anónimos publicaron en un blog una amenaza contra Comedy Central debido prohíbe mostrar cualquier imagen de Mahoma (solo la tradición, el Corán no menciona esa norma). Comedy Central decidió censurar la imagen del líder religioso junto a discursos verbales que se emitían al final del capítulo, contradiciendo la voluntad de Parker y Stone.
En el capítulo, los habitantes de South Park se enfrentaban a todas las celebridades a las que han ofendido en temporadas anteriores. Una masa furiosa de personalidades estadounidenses lideradas por Tom Cruise exigía que les sea entregado el profeta Mahoma para extraer de su cuerpo “el poder de no poder ser burlado por nadie”. La burla no era contra el Islam, la burla era en contra del extremismo musulmán.
Al caso se le prestó una amplia cobertura mediática en USA. Arsalan Iftikhar, abogado estadounidense musulmán, escribió un artículo para la BBC defendiendo al episodio, criticando el hecho de que pocos saben que en el 2001 ya habían usado la imagen de Mahoma en “Súper mejores amigos”, y que al caso se le ha prestado una atención innecesaria cuando realmente se debería hacer hincapié en los ataques contra el Islam que se llevan a cabo en los medios estadounidenses. El defensor por los derechos humanos dejo claro que es necesario defender la libertad de expresión con más libertad de expresión.
No fue el único en apoyar a Matt Stone y a Trey Parker. Aziz Poonawalla, autor islámico, en su blog Bielfnet manifestó su completo apoyo al episodio, resaltando que a diferencia de las caricaturas danesas de Mahoma que pretendían ofender del Islam, el episodio tenía la intención de satirizar al extremismo.
Tras la polémica, la caricaturista Molly Norris realizó una pancarta representando a Mahoma como diferentes objetos cotidianos y el 20 de abril del 2010 la colgó en una página en facebook llamada “Ciudadanos Contra Ciudadanos Contra Humor” alegando para que el 20 de mayo se convirtiese en el “Día de dibujar a Mahoma”, una fecha en la cual deberían ser bajadas en la red diversidad de imágenes del profeta, como forma de protesta contra la censura del episodio y defensa de la libertad de expresión. Hubo consecuencias buenas y malas.
Entre las consecuencias positivas tenemos que su idea fue un éxito, y ese 20 de mayo se subieron cientos de imágenes de Mahoma en la red, convirtiéndose en una tradición que se ha realizado en los años posteriores. Entre las consecuencias negativas tenemos que muchos de los dibujos que ingresaron en Internet eran de tendencias obscenas y ofensivas, las cuales pretendían difamar al Islam, lo cual le hizo distanciarse del grupo. Y más allá de eso, Norris tuvo que recibir ayuda del FBI para pasar a la clandestinidad debido a amenazas por parte de extremistas.
El líder religioso radical Anwar al-Awlaki amenazó de muerte a la autora de los dibujos, inclusive cuando ella dejo claro que defendía la libertad de expresión en lugar de ofender al Islam. De hecho, ella realizó un cortometraje sobre las mujeres musulmanas que residen en los Estados Unidos. Pese a eso, la revista Inspire, de orientación yidahista, la colocó entre los primeros nombres que figuran en la lista de los más buscados por Al Qaeda.
¿Qué tiene de malo expresarse?
Conclusión
Quizás no sea muy alentador el desenlace de esa historia (que aún no ha terminado). Sin embargo, es fácil comprender el mensaje: No se consigue nada arrodillándose ante los monstruos. Trey Parker, Matt Stone y la caricaturista Molly Norris lo han comprendido bien.
No es necesario querer ofender, es necesario percatarse de que darles la potestad de decidir sobre nuestras vidas es dejarles ganar. Si estás cuidando a un niño pequeño que no deja de llorar para que le compres un paquete de galletas ¿comprárselas es la actitud adecuada?
Ojalá que en Venezuela las personas logren entender la necesidad de defender sus derechos.
Escrito por: «El barón rampante»/ Redacción ZigmaZ
…¡¿A quién engaño?! Mi nombre es Diego Alejandro Torres
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Estudiante de artes, y fiel amigo de los animales